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La filosofia de la educación como ejercicio... -
Andrea Díaz Genis
C
adernos
de
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esquisa
: P
ensamento
E
ducacional
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uritiba
,
v
. 9,
n
. 22,
p
.65-78
maio
/
ago
. 2014.
Disponível em <
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Esto podría dar cuenta precisamente de una idea que hemos
tratado de pensar también a partir de P. Hadot. Los diálogos platónicos
son ejercicios espirituales. No intentan mostrar un sistema de ideas,
ni conclusiones cerradas sobre un asunto, o contenidos de algún
tipo que debemos aprender (aunque también pueda dárseles ese
uso). Sino que muestran una manera de estar y de ser en el mundo,
problematizan al sujeto y a su modo de vida, antes que plantear un
sistema de ideas que debe ser aprendida como modos conclusivos o
de cerrar cierto asunto teórico. Estos textos eran leídos en voz alta,
se leían en comunidad y estaban escritos y pensados para alumnos
concretos, incluso sus personajes literarios suelen ser personajes
conocidos por todos, grandes estadistas, políticos, sofistas, etc. Por
supuesto que en la antigüedad coincide la escuela como el lugar
físico a la vez doctrinal, fundado por un maestro, pero es este que
da origen precisamente a un modo de vida. De tal modo que elegir
una escuela, es elegir un modo de vida (Hadot, P, 2000:113). Según
Hadot, la finalidad de la lectura filosófica de los textos fundadores,
es producir un efecto en el alma del oyente o del lector que lleve a
una transformación de su modo de vida (tienen por esto un valor
psicagógico
). Desde las filosofías donde la teoría ocupa un lugar
más central como podía ser la filosofía platónica o aristotélica, a
las filosofías que son pura y simplemente un modo de vida como la
filosofía de los cínicos, por ejemplo de Diógenes de Sínope, hay un
largo trecho, pero en todas, absolutamente todas, la filosofía es una
elección de un modo de vida (Hadot, P. 2000).
En las escuelas, entonces, la lectura de los textos tiene una
finalidad pedagógica y psicagógica, pretenden ser un “ejercicio
espiritual” para pensar a fondo no sólo los problemas, sino para
preparar a los sujetos en la búsqueda de sabiduría. El saber no
es una especie de vasija llena (el saber del profesor, del filósofo
que se presenta en su manuscrito y que se vuelca en el recipiente
vacío que es el alma del alumno), sino que implica una presencia
activa de aquellos que participan en la búsqueda de la verdad.
2
La
búsqueda de la sabiduría requiere una presencia activa y comunitaria,
no podemos entonces explicar cómo se accede a esta “intuición”
fundamental “chispazo” (producto del trabajo y el tiempo) que
2 De ahí que el género elegido e inventado por Platón sea el
Diálogo
y que a pesar de toda
la sospecha que tuviera Platón por el saber escrito-expresada por ejemplo en el
Fedro
-,
es éste el género que más se parece a la búsqueda activa del conocimiento que pretendía
en su escuela